Le da igual lo que diga la gente, le da igual lo que piensen los españoles, le da igual que salgan a la calle o no lo hagan, le da igual que se concentren cientos de miles de personas o millones, le da igual lo que opinen expertos, médiso, filósfos, intelectuales... Para él todo es lo mismo, ha tomado la decisión de seguir adelante con la Ley del asesinato preventivo de Fetos Humanos y lo hará a toda costa.
Ya ha dado órdenes a sus leales, ayer mismo en el Comite Federal del PSOE, que ni un paso atrás, ni siquiera para tomar impulso, y que inmediatamente en el Congreso tiene que aprobarse ipso facto y sin modificaciones. Es la nueva revolución, la revolución del "progretariado". Nada importa, todo es relativo y la imposición final, como sea, del "buenismo salvador" para unos cuantos claro.
No tiene entrañas, no tiene principios, no tiene moral, no tiene ética, solamente basa sus convicciones en dos pilares, el hipermaterialismo más radical y el odio visceral a cualquier cosa que pueda aproximarse a la dignidad humana y al humanismo cristiano.
Como todos esos dictadores y dictadorzuelos en que se inspira, al más puro estilo totalitario, IMPASIBLE EL ADEMAN. Es la imposición de la cultura de la muerte. Ésta sin talante.
2 comentarios:
Los "progretas", que son como son... joe, lo que no entiendo es que les voten!!! Está haciendo caso omiso a la ciudadanía, como caso omiso ha hecho a La Rioja (entre otros) con la vacaciones fiscales... esto es la política del todo vale con tal de perpetuarse en el sillón.
Que se puede esperar David de un presidente que en los años que lleva gobernando se ha dedicado a destruir todos los consensos que desde el año 1978 estaban asumidos en nuestro país como inamovibles. Un presidente para quién el PP no es un rival en las urnas sino el enemigo a quién hay que destruir y marginar a toda costa, y sino vease el Pacto del Tinell.
Un presidete en fin que no supo aprobechar los 4 años de bonanza económica y a quién en esta época de crisis le está viniendo muy muy grande el cargo que ocupa.
NO NOS MERECEMOS UN GOBIERNO ASÍ DE CHAPUCERO.
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