martes, 11 de noviembre de 2008

WASINTÓN

Artículo de Federico Quevedo referido a la asistencia del Presidente Zapatero a la cumbre.

“¡Sonsoles, Sonsoles! Prepara las maletas que nos vamos a Wasintón. Lo he conseguido. He doblegado a Nicolás y Bush ha mordido el polvo. ¡Voy a estar en la cumbre! Es más, ya no hay cumbre sin mí. ¡Haz las maletas, que nos vamos! Y no te olvides de meter la crema protectora que no tengo ni idea del tiempo que hace allí”.

El viernes por la tarde en el Palacio de La Moncloa reinaba la satisfacción. Qué digo reinaba… ¡bullía enfervorecida! Sarko había confirmado que España ocuparía una de las dos sillas que Francia tenía asignadas en la cumbre del próximo día 15 en Washington y eso, dadas las circunstancias y el empeño personal que Rodríguez había puesto en el asunto, no podía considerarse sino como un éxito sin precedentes. El teléfono móvil de Rodríguez no paraba de sonar y los sms de felicitación se agolpaban en su buzón.

No habrá habido un dirigente socialista en edad -política- de merecer que no le haya felicitado por el éxito de su gestión, pero ayer había uno al que se le podía ver cómo le caía la baba entre las comisuras de sus labios: José Blanco no podía ocultar la rabia contenida que tenía guardada para escupirla de golpe contra el PP. Seguro que le habrá pedido a Rodríguez acompañarle, para ver si, de paso, se puede colar en la foto.

La película, si fuera eso, se podría llamar Tontiño y Marmolillo cruzan el charco o Dos tontos muy tontos, desventuras en Wasintón pero por desgracia para este país, los dos son personajes muy reales y si ya era triste ver a Rodríguez cabecear y sestear en las cumbres europeas mientras el resto de líderes charlan amigablemente -problemas del desconocimiento de idiomas y de no tener más de dos ideas seguidas sobre las que departir-, no quiero ni contarles cuando aparezca por la cumbre con esa sonrisita típica de no haber roto nunca un plato y le diga a Bush: “Gelou, jav a nais dei, tudei… Al dei bonsáis, je, je”, y el jefe de Gobierno de la primera potencia del mundo le mire arrepintiéndose de haberle hecho caso al pesado de Sarkozy.

Por cierto, ¿qué factura nos va a pasar Francia a cambio de la gestión y de habernos cedido un sitio que era suyo? Item más, ¿qué va a decir ahora Rodríguez después de que haya conseguido un sitio en el G-20 gracias a las gestiones del conservador presidente francés y del gesto amistoso del peligroso delincuente de la Casa Blanca? Y, lo peor para nosotros y para nuestro prestigio como país… ¿qué narices va a decir este tío en Washington, qué va a defender, qué ideas de marmolillo lleva en la cabeza?

Porque si lo que va a hacer, como decía ayer Tontiño en rueda de prensa, es acudir a Washington a una cumbre para hablar del sistema financiero internacional y de cómo salir de la crisis que lo atenaza, para soltarles a los allí reunidos un rollo de esos suyos sobre la paz universal, el amor a los humildes y la Alianza de Civilizaciones, estamos listos: no vuelven a invitarnos ni cuando se inventen el G-500. Y como le acompañe Tontiño y se dedique a explicarles a los líderes mundiales el CONCETO, entonces nos invitan, sí, pero para hacer de conserjes en la puerta de la sala.

Rodríguez se reunió ayer con los principales banqueros del país, los mismos a cuyo rescate ha acudido pese a formar parte del sistema financiero más sólido y saneado del universo. Se reunió con los empresarios liderados por un presidente que le hace la ola cada vez que se le acerca, y los sindicatos que le tienen más miedo que al Ku Kus Klan. Y hoy se reúne con Rajoy que, francamente, no sé ni para qué va. ¿Creen que de todo esto va a sacar algo en claro? Ni en cien años. Ni en mil. Tanta reunión que nunca ha servido para nada, no iba a cambiar ahora la solemne bobez del personaje. Seguirá instalado en su discurso ghandiano y hortera. Pero, eso sí, por fin habrá conocido Wasintón y su suegra le estará eternamente agradecida por comprarle de recuerdo un pin de Obama.

Federico Quevedo

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Buenos días estimados contertulios:
Es cuanto menos chocante el esfuerzo desplegado por nuestro presidente, incluida la presión del Jefe del Estado, para encontrar un asiento en un club privado. Un foro en el que se mezclan países desarrollados con economías emergentes. No sé en que lado de la mesa se sentará, si en el de los ricos o en el de los aspirantes a ricos. De cualquier manera va en contra de su filosofía de “Alianza de Civilizaciones”.
Para este último empeño ha gastado, del dinero del contribuyente, 24 millones de euros, osea 4.000 millones de pesetas en pintar la bóveda de una sala en la sede suiza de la ONU. No aclara el ministro Moratinos cuanta tela, que no pintura, se ha metido en el bolso un pintor, tan fátuo que se pretende comparar con el genial Miguel Ángel. Yo pienso que este dinero podría haber sido empleado en ayuda directa al tercer mundo, a esos países no alineados que se presupone quería liderar Rodríguez. Cuarta vía socialista post Blair, a quien nuestro presidente no llega ni a la suela de sus zapatos, ni intelectual, ni moral ni éticamente.
Sentado bajo bandera francesa, cedida amablemente por un Napoleón húngaro que pretende superar la gloria del inmortal corso, Rodríguez dará una clase magistral. No tendrá más allá de siete minutos para ilustrar al mundo. Tiempo escaso para una mente lenta de reflejos. Quizás les explique que el Euribor lo marca el Banco Central Europeo, que el plan Vive ha reactivado la industria automovilística española en 80 coches, como agilizar la venta de coches de alta gama y extremadamente contaminantes mostrado los ejemplos de Touriño o del alcalde de Logroño. Dirá que el sistema financiero español es sólido, que por eso destina 2 veces el IRPF anual de los españoles. Insistirá en las bondades del control realizado por el Banco de España, obviando que es una práctica instaurada desde los inicios de la democracia. Y sobre todo insistirá en la austeridad, poniendo como ejemplo el salario de nuestro alcalde y la subida tan “moderada” del IBI.
Todo ello lo sustentará dentro del espacio de libertades que impera en España desde que accedió a la presidencia del gobierno, es decir, cerrando emisoras o impidiendo que se estudie el español en España.
Lo que no explicará es como su mente tan preclara, clarividente y divina fue incapaz de avisar al mundo de la que se venía encima, como no detuvo la crisis financiera mundial y como tachó de antipatriotas a quienes advertían de la que venía encima.
Menos aún comentará como el Jefe del Estado y su familia no dan cuenta de sus propiedades, ni tributan y además se permiten opinar sobre cuestiones políticas.
También les ilustrará sobre como agradar a las multinacionales, a esas que después de recibir todo tipo de subvenciones se largan, aprobando los EREs por cojones, sin aceptar ninguna de las alegaciones de los comités de empresa.
En el año en que se celebra el levantamiento del pueblo español un dos de mayo de 1808, vuelve a resucitar Fernando VII. Monarca de sonrisa bobalicona que aplaudía, mientras hacía calceta, los triunfos de la caballería de Murat matando a patriotas civiles. Por cierto mientras el pueblo dejaba la sangre en las calles de Madrid, los soldados españoles permanecían acuartelados y desarmados, cumpliendo órdenes del gobierno.
En esta contemporánea reunión de la Santa Alianza del capitalismo, nuestro monarca republicano, Rodríguez, se sienta en el sillón de un emperador que no está recluido en la isla de Elba.
Tampoco ha explicado Rodríguez como pagará, y con qué, la deuda que ha contraído con Sarkozy.
Siento curiosidad como en una misma silla se sientan nuestro presidente y los embajadores de Euskadi y Catalunya, entre otros.
Estimo más lógico que en esas cumbres, plenos excluyentes, se hubiera ido con una voz, con la de la UE.
Por cierto ¿dónde habré visto esa sonrisa bobalicona, mezcla de la goyesca de Fernando VII y la austriaca de Carlos II?.

Viva España

David dijo...

Se sentará en la "SARKO-SILLA". Lo que todavía no sabemos, pero nos enteraremos antes o después, es el precio por los 7 u 8 minutos que va a hablar. ¿A cuanto nos saldrá el segundo?